En el informe “Los nuevos conquistadores. Multinacionales españolas en América Latina”, Greenpeace España analiza el comportamiento de las empresas españolas y el impacto social y ambiental de sus actividades.
La organización ecologista se refiere a los sectores con mayor potencial de causar daños al medio ambiente y los derechos humanos, como los de hidrocarburos, electricidad, pesca y turismo, en relación con la presencia de grandes empresas españolas.
Del análisis se desprendieron 43 casos de empresas españolas involucradas en situaciones de destrucción del medio natural, violaciones a los derechos humanos y abusos laborales.
El informe explica cómo empresas turísticas españolas fomentan en diversos países latinoamericanos, “un modelo de turismo depredador”, y cita a gigantes hoteleros como Sol Meliá, Riu o NH.
El documento se refiere en particular a las pretensiones de la eléctrica Endesa de construir en la Patagonia chilena cinco grandes represas que arrasarían un ecosistema virgen, proyecto que ha suscitado un gran rechazo local.
Endesa, Unión Fenosa e Iberdrola apuestan en América Latina por la generación de energía sucia y basada en fuentes no renovables.
Añadió que Unión Fenosa e Iberdrola planean construir cinco centrales eléctricas a base de carbón en Guatemala.
Greenpeace también acusó a la petrolera Repsol de causar graves daños al medio ambiente en Ecuador, Argentina y Bolivia.
Tampoco se salvan las empresas del sector alimentario: escanova practicó la sobreexplotación de recursos pesqueros en Chile, mientras Calvo fue acusada de contaminación y de violación de los derechos laborales en El Salvador
Con iniciativas de este tipo, Greenpeace quiere acabar con una de las principales ventajas que tienen estas empresas: el hecho de que en España poco se sabe sobre sus actividades en el exterior y su impacto real.
Este desconocimiento les permite vender una imagen responsable, mientras en realidad sus prácticas son depredadoras y causan graves daños en las poblaciones locales o al medio ambiente aseveró la organización.
El comunicado indicó que las multinacionales españolas que operan en América siguen un modelo de obtención de máximos beneficios en el plazo de tiempo más breve posible, y lo hacen en muchas ocasiones vulnerando diferentes derechos.
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